El desperdicio de alimentos es un problema global que afecta tanto a la economía como al medio ambiente. La Organización de las Naciones Unidas estima que alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos terminan en la basura al año. En casa, cada pequeño esfuerzo cuenta y puede marcar una gran diferencia. A continuación, compartimos 5 consejos prácticos para reducir el desperdicio de alimentos en tu hogar y contribuir a un mundo más sostenible.
1. Planifica tus comidas.
La planificación es clave para evitar compras innecesarias y aprovechar al máximo los alimentos. Dedica unos minutos cada semana para planificar las comidas y hacer una lista de la compra. Incluye solo lo que realmente necesitas y evita las compras impulsivas. Esto no solo reducirá el desperdicio, sino que también te permitirá ahorrar dinero.
2. Almacena correctamente los alimentos.
El almacenamiento adecuado puede prolongar la vida útil de los alimentos. Asegúrate de que tu refrigerador esté a la temperatura correcta, entre 0 y 8 °C. Puedes utilizar contenedores herméticos para mantener frescos en el frigorífico los alimentos abiertos. Organiza tu despensa y refrigerador para mantener los productos más antiguos al frente y los nuevos en la parte trasera.
3. Entiende las fechas de caducidad.
Hay mucha diferencia entre las fechas de “consumo preferente” y “caducidad”. A veces los alimentos siguen siendo inofensivos para el consumo pasada la fecha de “consumo preferente”, mientras que la fecha de “caducidad” indica el momento en que el consumo deja de ser seguro.
4. Aprovecha las sobras creativamente.
Transforma las sobras en nuevas comidas. Las sobras de una cena pueden ser la base para un almuerzo delicioso al día siguiente. Por ejemplo, el arroz cocido puede convertirse en un salteado, y las verduras asadas pueden ser el relleno perfecto para una tortilla.
5. Congela lo que no puedas consumir a tiempo.
La congelación es una excelente manera de conservar alimentos y sobras. Congela porciones individuales de comidas preparadas para tener opciones rápidas y saludables en días ocupados. Los productos como el pan, las frutas y las verduras también se pueden congelar para usarlos en batidos, sopas o guisos.